En la biblia, la medicina antigua era algo como: «En caso de emergencia, llame a su profeta local». Cuando un antiguo israelita tenía un dolor de estómago rugiente, ¿qué hacía? ¿Dónde podría él ir para obtener ayuda?

De acuerdo con un estudio académico reciente, la respuesta a la primera pregunta era “nada”, para la segunda “nada”: “En general, una persona enferma no tenía prácticamente ninguna ayuda a su disposición, sin médicos en el sentido real, y sin el conocimiento de la medicina».

En general no tenía acceso a ningún procedimiento o prácticas de curación muy reconocidos o tolerados como tampoco encantamientos rituales o exorcismos relacionados. Ser médico no era algo bien visto en el Antiguo Testamento ya que la enfermedad estaba relacionada a la desobediencia del Señor.

La gente debía confiar en Dios y curarse.

Existe el caso de la enfermedad por la mordedura de serpientes durante la peregrinación del pueblo de Israel en el desierto, Dios les mando por medio de Moisés poner una serpiente de bronce en un palo y al mirarla quedaban sanos.

Existían medicamentos caseros como el bálsamo de Gaalad, aceites, hierbas, pero realmente solían ir a los hombres «de Dios» por ayuda.

Con el paso de los siglos ya se ve en el Libro apócrifo de Eclesiástico (38:2) un respeto mayor por los usos de los hombres con conocimientos médicos y ya en el Nuevo Testamento tenemos al médico Lucas donde no se hace referencia negativa en absoluto y ya en ese tiempo la medicina del imperio romano tenía muchas herramientas para la mejora de la salud.

Marcos 5:25 nos habla de una mujer que había gastado todo lo que tenía en manos de médicos.

Esculápio era el dios griego que los médicos del principio del cristianismo estaban asociados, estos centros de salud eran mezcla de medicina, culto y escuelas de enseñanza. Del símbolo de Esculapio la medicina moderna sacó su símbolo (las 2 serpientes entrelazadas alrededor del báculo).

Recursos externos: www.dudasbiblicas.blogspot.com