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La mayoría de las personas lo siguen viendo sólo como fuente de ingresos. Según una encuesta realizada a más de 500 profesionales de Estados Unidos, el 60% considera su trabajo solo como una mera fuente de ingresos y el 11% se lamentan de que su trabajo consume toda su energía y felicidad.
Casi todas las personas tienen metas profesionales y personales que desarrollan en su juventud y se trata en lo posible, de lograr esos sueños cuando empiezan su vida laboral. Las circunstancias a veces no acompañan las metas al no ganar suficiente dinero para sostener una familia, teniendo que adaptarse a otros trabajos por necesidad y trayendo frustración que se reflejan en su actividad.
Las personas no esperan solo obtener ingresos sino desempeñar en su vida un papel constructivo para sí mismos y para los que los rodean. La búsqueda de nuevas metas, el desafío constructivo, el aprendizaje y desarrollo crean satisfacción y felicidad.
La firma Healthy Companies International efectuó una encuesta a más de quinientos trabajadores estadounidenses en la que les hizo la siguiente pregunta: “Todos los empleados deberían poder buscar el éxito y disfrutar de una vida completa. ¿Cómo afecta su trabajo su habilidad para disfrutar la vida?”.
En el análisis de los resultados, la encuesta reveló que sólo uno de cada cuatro (26%) empleados encuestados encuentra felicidad y realización en su trabajo, mientras que la mayoría (60%) sólo ven sus labores profesionales como una forma de recibir ingresos y así poder satisfacer otras necesidades y aspectos de la vida. El 11% de los trabajadores lamentan que su trabajo es algo que les roba toda su energía y su felicidad.
¿Trabajar para vivir? ¿Vivir para trabajar? o ¿Vivir mientras trabajo?
Existen muchas variables que influencian para que una persona se sienta feliz o no con su trabajo y este sentimiento también varía con la edad y con el momento de la vida de la persona. De acuerdo con lo encuestado, la mayor satisfacción laboral la expresaron aquellos que están en la mitad de su carrera profesional: 30% de los empleados de entre 45 y 54 años de edad se sienten realizados, en comparación con 25% de aquellos de entre 18 y 34 años.
Los hombres presentan una tendencia un poco mayor (28%) a sentirse felices y satisfechos con su trabajo, en contrapartida con las mujeres (24%).
Los niveles de ingresos y educación son los factores más determinantes a la hora de sentirse o no realizado con el propio trabajo: 32% de quienes ganan 75.000 dólares anuales o más consideran su empleo una gran fuente de felicidad, en comparación con solo 17% de quienes ganan menos de 25.000 dólares anuales. El 41% de aquellos que completaron al menos la universidad se sienten felices en su trabajo, en comparación con el 20% de esos que completaron solamente el bachillerato o menos.
Según Stephen Parker, de Healthy Companies, dice que es alentador que uno de cuatro empleados se sienta feliz en su trabajo, pero que los hallazgos de la investigación indican que hay todavía mucho por hacer para mejorar la situación de los trabajadores.
También declara que muchas compañías y directivos han entendido la importancia de buscar el bienestar para sus trabajadores, porque saben que es lo correcto y también porque son conscientes de que la productividad mejora cuando un empleado siente que su trabajo se lo valora a través de distintas maneras. Ya sea motivándolo por su esfuerzo y fidelidad o desarrollando el potencial humano de cada uno.
Las compañías saben que una persona feliz se desempeña mejor en lo que debe hacer y aportando su máximo esfuerzo.
También los cristianos entendemos que cuando las personas tienen buenos días laborales se retrasmiten en buenas influencias en los hogares. Debería ser el cristiano el que está contento con su trabajo dentro de ese 26%. Lamentablemente no es así.
Cuando estamos gruñones y quejosos no solo repetimos el mal de otros que no creen sino que potenciamos el mal ambiente alrededor. El cristiano tiene sobradas motivaciones extras para sentirse feliz. Tiene su salvación, su fe, tiene su misión y objetivos en la vida y tiene también sus desafíos espirituales.
La característica del cristiano debería ser estar gozoso en todo momento, 1Ts 5:16 Estad siempre gozosos.
Flp 4:4 Regocijaos en el Señor siempre.
Otra vez digo ¡Regocijaos! Debemos luchar siempre por más pero con una actitud de contentamiento por lo que ya tenemos Heb 13:5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.